A veces por andar haciéndole caso a los amigos, nos ganamos peos con la mujer que son difíciles de amainar, más que todo por las venditas “pruebas” a las que ellas se afincan para coñacearnos.
El otro día yo de guevón, le hice caso al Jacinto quien en una ocasión me dijo que pusiera internet en la casa, fundamentándose en el hecho de que en la oficina no podemos estar tanto tiempo metidos en la web. Yo le hice caso, porque, para mí el blog se ha convertido en una verdadera terapia, y mi psiquiatra insiste en que lo mantenga, porque es necesario que me exprese pa’ que se me pasen las arrecheras más rápido y no se me hagan ulceras en el estomago. Bueno, todo iba bien hasta que la gente de la internet me puso el servicio en la casa. Mis hijos se volvieron locos chateando y jodiendo en la internet, y mi esposa comenzó a meterse en las páginas donde se publica el horóscopo pa’ ver qué número jugarse en la lotería.
Pues bien, yo llegaba en las nochecitas, tranquilito a revisar mis correos electrónicos, mis perfiles y a atender mi blog. Era la hora buena porque los muchachos andaban en la calle y la Yhajaira a que la vieja Cecilia jugando bingo. Pues bien, pasando los días, me fijo que mi mujer cambia la postura hacia mí, entonces una noche mientras yo andaba chateando por el MSN Messenger, se me para atrás y me da con el dedo en el hombro.
-¡Mirá Gumercindo! ¿Será que vos me podéis explicar una verga? (Se me olvidó decirles, Yhajaira es maracucha).
-¿Qué mi amor? Ando algo ocupado ahorita.
-A mí no me interesa esa verga… Vos andáis buscando lo que no se te ha perdi’o porque estaba revisando la computadora y encontré que tenéis un coñazo de mujeres en el Facebook… ¡¿Y sabéis como es la verga?! ¡A mí me vais respetando coño e’ tu madre que yo no estoy aquí puesta por el gobierno pa’ aguántate los cachos!
Yo pegué un brinco pa’ la sala y le dije que estaba delirando. Que yo tenía solamente amigos del colegios allí, pero ella comenzó a sacarme unas fotos que imprimió, donde (Yo carajito) Andaba tomado de manos con una antigua noviecita. ¡Pa¡ buena verga estas mujeres del coño! Yo que soy un hombre de mi casa ahora tengo que dar explicaciones de romances viejos. Pues, coño, ¡¿Pa´ esa verga es que crearon el Facebook?! Ya de por sí la gente es brollera, y ahora uno no puede dar la espalda porque le averiguan la vida, y paaaaoooo… ¡Te escoñetan!
La pelea siguió toda la noche, y pasaron meses pa’ que Yhajaira me diese alguito de comer más aunque sea… Yo bueno, pagué la arrechera con Jacinto porque fue él, el que me incitó a que pusiera internet en la casa. Yo a los días del peo, llamé pa’ la gente del servicio pa’ que me lo quitaran, y ese día se me vuelve a aparecer la mujer muy arrecha diciéndome:
-¡Ajoooo mijítoooo! ¡Tais quitando la intelné pa’ que no te descubra a las coñitas esas que tenéis de mujercitas eh!... Ya decía yo que era mentira cuando me decías que no la habías visto más…
-¡Coño Yhajaira! Que guevo contigo… Ya andas otra vez paranoica, como se ve que las sesiones no te están ayudando… Me cortaron la internet porque no pagué el mes y no tengo rial ahorita pa’ pagar la reconexión, gracias a la belleza de tu hijo que me chocó el carro, y con eso ¿Me dices que yo ando jugando al gato saltarín?
-¡No sí! El santico pues…
Y paffff… Me zamparon mi coñazo… Una vez más, por andarle haciendo caso al Jacinto. :@
Toy salao… Nojoda… ¡Ni que uno fuera!
Gumercindo Tápia.
Venezolano de orgullo.
Casado por obligación
El otro día yo de guevón, le hice caso al Jacinto quien en una ocasión me dijo que pusiera internet en la casa, fundamentándose en el hecho de que en la oficina no podemos estar tanto tiempo metidos en la web. Yo le hice caso, porque, para mí el blog se ha convertido en una verdadera terapia, y mi psiquiatra insiste en que lo mantenga, porque es necesario que me exprese pa’ que se me pasen las arrecheras más rápido y no se me hagan ulceras en el estomago. Bueno, todo iba bien hasta que la gente de la internet me puso el servicio en la casa. Mis hijos se volvieron locos chateando y jodiendo en la internet, y mi esposa comenzó a meterse en las páginas donde se publica el horóscopo pa’ ver qué número jugarse en la lotería.
Pues bien, yo llegaba en las nochecitas, tranquilito a revisar mis correos electrónicos, mis perfiles y a atender mi blog. Era la hora buena porque los muchachos andaban en la calle y la Yhajaira a que la vieja Cecilia jugando bingo. Pues bien, pasando los días, me fijo que mi mujer cambia la postura hacia mí, entonces una noche mientras yo andaba chateando por el MSN Messenger, se me para atrás y me da con el dedo en el hombro.
-¡Mirá Gumercindo! ¿Será que vos me podéis explicar una verga? (Se me olvidó decirles, Yhajaira es maracucha).
-¿Qué mi amor? Ando algo ocupado ahorita.
-A mí no me interesa esa verga… Vos andáis buscando lo que no se te ha perdi’o porque estaba revisando la computadora y encontré que tenéis un coñazo de mujeres en el Facebook… ¡¿Y sabéis como es la verga?! ¡A mí me vais respetando coño e’ tu madre que yo no estoy aquí puesta por el gobierno pa’ aguántate los cachos!
Yo pegué un brinco pa’ la sala y le dije que estaba delirando. Que yo tenía solamente amigos del colegios allí, pero ella comenzó a sacarme unas fotos que imprimió, donde (Yo carajito) Andaba tomado de manos con una antigua noviecita. ¡Pa¡ buena verga estas mujeres del coño! Yo que soy un hombre de mi casa ahora tengo que dar explicaciones de romances viejos. Pues, coño, ¡¿Pa´ esa verga es que crearon el Facebook?! Ya de por sí la gente es brollera, y ahora uno no puede dar la espalda porque le averiguan la vida, y paaaaoooo… ¡Te escoñetan!
La pelea siguió toda la noche, y pasaron meses pa’ que Yhajaira me diese alguito de comer más aunque sea… Yo bueno, pagué la arrechera con Jacinto porque fue él, el que me incitó a que pusiera internet en la casa. Yo a los días del peo, llamé pa’ la gente del servicio pa’ que me lo quitaran, y ese día se me vuelve a aparecer la mujer muy arrecha diciéndome:
-¡Ajoooo mijítoooo! ¡Tais quitando la intelné pa’ que no te descubra a las coñitas esas que tenéis de mujercitas eh!... Ya decía yo que era mentira cuando me decías que no la habías visto más…
-¡Coño Yhajaira! Que guevo contigo… Ya andas otra vez paranoica, como se ve que las sesiones no te están ayudando… Me cortaron la internet porque no pagué el mes y no tengo rial ahorita pa’ pagar la reconexión, gracias a la belleza de tu hijo que me chocó el carro, y con eso ¿Me dices que yo ando jugando al gato saltarín?
-¡No sí! El santico pues…
Y paffff… Me zamparon mi coñazo… Una vez más, por andarle haciendo caso al Jacinto. :@
Toy salao… Nojoda… ¡Ni que uno fuera!
Gumercindo Tápia.
Venezolano de orgullo.
Casado por obligación
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