viernes, 26 de marzo de 2010

Una Pelea Marital... A La Maracucha

¡Vergación!

Es que tienen que vivir con una maracucha pa’ que sepan lo que es bueno. Más que todo para que perciban su particular modo de expresión, que si de por sí es extraordinario, definitivamente es hasta creativo. Pero bueno ese no es el caso, la vaina es que tuve que arrechármele de lo bello a Yhajaira porque después de un extenuante día de trabajo en el ministerio, he llegado yo a la casa de lo más tranquilo y esa mujer ha empezado a tirá patá e’ kung-fu….

¿Quién la entiende? Será un maracucho pana porque yo, no. Pues bajándome del carro –que se lo quité a los muchachos por esta semana porque me tienen obstinado con los piques-, la Yhajaira ha desenvainado un palo de escoba y le ha caído a palazo al carro. Yo le dije “Pero bueno mujer, ¿te has vuelto loca?” y ella armó su escándalo diciéndome: “Mirá Gumercindo, vos creéis que yo soy guevona pero más guevón sois vos… vos sabéis por qué… no te hagáis el loco”.

A todas esta yo como la canción de Juan Gabriel, inocente pobre amigo, como pude le quité el palo de escoba para que no rayara el techo del carro porque con lo que pagué sería del dolor tener que volverlo a pintar. Le dije “Mira chica, yo no sé qué es lo que te picó, será que tu madre te pegó lo loca ahora cuando vino…” Ella se incorpora y desembucha “¿Loca? Nojoda, loco vais a quedar vos con la recoñiza que te voy a dar si seguís con la guevoná de andar montando mujeres en el carro, ¿pa’ eso se lo quitaste a los muchachos? ¿pa’ andar mujereando? A verga que sí, no te hagáis el loco porque yo te vi”. Yo le pregunté que donde vio qué o que, ella me dijo; “Allá en la entrada se bajó la Jeselia, ¿vos creéis que yo no te vi?”.

¿Jeselia? Pero si yo le di la cola a la señora Ramona y en la esquina su sobrina la ayudó a bajar del carro. Eso era todo. No acostumbro a dar cola pero como me la encontré saliendo del trabajo, dije que sería muy mala educación de mi parte no darle la cola hasta Paracotos a esa pobre vieja. A todas esta me le arrecho a Yhajaira, “Un momentico, no antes inventando vainas que yo lo que hice fue hacerle el favor a la vieja Ramona”, “¿Ramona?, verga sí, a pues Gumercindo Tapia Marcano, yo vi a la coñita esa bajándose del carro, era ella, por mi madre santa nojoda que yo no estoy loca, me arranco el papo y se lo echo a los perros si no era ella”.

¿Me arranco el qué? ¡Dios mío! ¿De dónde esta mujer sacó semejante expresión tan conchúa? Yo quedé impactado. En shock, más que todo cuando percibí el gesto de Yhajaira.

“Así mismo mijo, me arranco el paaaaaaaaaaaapooo y se lo echo a los perros, a verga”. Esto era intolerable, por eso a mí también se me incorporó la sangre y se me espepitó la lengua; “Mija ve, yo toy cansao, apurao y tengo sueño, andá a joder pa’ otro lao mija y colaborá… no me vengas con tus vergas locas a andarme jodiendo, yo no tengo tiempo pa’ andar perdiéndolo con vos…” “¿Ah sí? ¿Estáis apurao es? Será que ya cuadraste la verga y te vais par coño con la Jeselia a pasear…” “Mujer deja de inventar tanta guevonada coño, dame un laíto que estoy apurao”… Ella me quita el palo de escoba y me amenaza diciéndome que yo no voy pa’ ningún lado. Ahí exploté, le quité el palo otra vez y lo tiré al patio y le dije… “Ve mija, toy apurao, y a mí ni vos ni nadie me va a parar mi velocidad”, me aparté y entré a la casa.

Esa noche dormí en el chinchorro del porche pero no importa porque no me le cagué. Y ya está bueno ya de andar aguantándole vainas gratis a Yhajaira, no señor, como dije ¡a mí nadie me va a parar mi velocidad!

!Ni que uno fueeeeera nojósale!


Gumercindo Tapia
Arrecho con esa mujer por loca.
Casado por obligación.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Claro que no, don Gumercindo; pa lante es pa´llá y mejor dele velocidad a su chinchorro. No le haga caso a Yhajaira (Por cierto, mi jefa se llama así)

Saludos!